Llevo, desde hace muchos años, construyendo esta recopilación de obras relacionadas con el cine, ya que mi pasión por el séptimo arte me ha llevado a este tema de forma recurrente. Empecé a realizar los primeros "Paisajes tarkovskyanos" a pastel en el año 2012, inspirada por todo el cine de Andrèi Tarkovsky y tres años más tarde a dibujar a carboncillo fotogramas de películas de Ingmar Bergman como "Persona" o "Un verano con Mónica". Son dos de los directores que más han gustado siempre, el primero por su poesía, profundidad y construcción de ambientes, el segundo por sus disecciones de las relaciones humanas, la psicología y la filmación de los rostros.

 

En mi proceso de profundización del rostro mediante diversas técnicas desde el 2022, me inspiré, entre otros, en el de Liv Ullmann, realizando múltiples estudios, atraída por su expresión y estructura facial o el de la actriz Maria Falconetti en "La pasión de Juana de Arco" de Dreyer, que es tremendamente impactante, así como en los rostros de dos de los protagonistas la película de "Stalker", ambos con una expresión inquietante ante lo desconocido.

 

En cuanto a los paisajes, es imposible para mí no volver a escenas del cine de Andrèi Tarkovsky, como de las películas "Sacrificio" o "El espejo", donde aparece en varias ocasiones una pequeña figura en la inmensidad del encuadre. La trascendencia del recuerdo real, lo espiritual de las situaciones soñadas. O me detengo en los fotogramas del cine de Béla Tarr, donde los ambientes rurales decadentes en blanco y negro se filman en travelling horizontal. La bruma del amanecer, el campo húmedo, la silueta de los árboles a los lejos en "Sátántango".  O incluso en el cine español de Víctor Erice, el camino en bicicleta que recorre la madre en "El espíritu de la colmena", un campo con hileras de chopos marcando el río y al fondo, la esperanza.